13 MIL EMPLEOS SE PIERDEN PRODUCTO DEL INCREMENTO DE LA DELINCUENCIA POSIBLES SOLUCIONES.

 

A puertas de las elecciones presidenciales de 2025, es importante conocer las posibles soluciones para reducir las altas tasas de crimen y violencia con el fin de poder evaluar las propuestas que los candidatos nos presentarán.

El crimen y la violencia han llegado a niveles nunca antes vistos en Ecuador. A puertas de unas nuevas elecciones presidenciales en 2025, es importante conocer las razones que han generado el incremento en estos problemas sociales y las posibles soluciones que se pueden plantear. Esto con el fin de prepararnos para evaluar las propuestas que los candidatos nos presentarán para disminuir las altas tasas de violencia e inseguridad que nos afectan y que serán uno de los ejes centrales de las elecciones.

El origen de este problema

Las altas tasas de crimen en el país afectan ampliamente a la economía. Estudios calculan que, para 2023, el alto crimen redujo el Producto Interno Bruto del país en 3,26 puntos porcentuales. A su vez, el INEC estima que, para el mismo año, se perdieron 13 mil empleos en el país debido a los incrementos en el crimen. Estos empleos se concentran sobre todo en sectores como el turismo, el comercio, el transporte y la manufactura. Por otro lado, las denuncias por extorsión y cobros ilegales por protección a negocios y empresarios bordearon las 6.000 en 2023, un crecimiento del 300% con respecto a 2022.

El incremento del crimen y la violencia en el país está íntimamente ligado al narcotráfico. Esto se debe a que, en los últimos años, el país se ha convertido en una de las principales rutas para el transporte y envío de droga hacia los principales mercados del mundo. Según la ONU, Ecuador es el segundo exportador mundial de drogas después de Colombia. Asimismo, InSight Crime, un grupo de expertos en crimen organizado con sede en Washington, declaró que “Ecuador, que alguna vez fue conocido como destino turístico y principal exportador de plátanos del mundo, es hoy la supercarretera de la cocaína hacia Estados Unidos y Europa.»

Según los informes de la Administración para el Control de Drogas (DEA), InSight Crime y la ONU, el factor clave que determinó que Ecuador se transformara de “un paraíso de paz” en uno de los principales centros de distribución de estupefacientes en Latinoamérica es la desarticulación de las FARC en 2016. Esto llevó a que varias de las rutas que seguía la droga desde el sur de Colombia, donde se produce, hacia los principales mercados globales se perdieran. Ante esto, se crearon nuevas rutas comerciales para movilizar la droga a través del país, utilizando principalmente los puertos de San Lorenzo, Esmeraldas, Manta, La Libertad, Posorja y Guayaquil como puntos clave de distribución de estupefacientes al resto del mundo (Figura 1).

Además, la fuerte presencia del narcotráfico en el país explica el incremento en otros delitos, como los asesinatos: para 2023 se registraron 7,592 muertes violentas en el país, más de 40 muertes por cada 100,000 habitantes. Estas cifras representan un aumento aproximado del 64.9% en comparación con las 4,603 muertes de 2022. Esto convierte a Ecuador en uno de los países más violentos del mundo, con una tasa de homicidios mayor que la de países como México, Brasil o Colombia (Figura 2).

Otro factor clave para que Ecuador se transforme en un centro de distribución de estupefacientes global es el constante recorte en los presupuestos de seguridad y defensa que se han implementado en el país, así como el cierre de instituciones clave para la lucha contra el crimen, como el Ministerio de Justicia. Esto se debe principalmente a los recortes del gasto público que buscan priorizar el pago de la deuda externa.

Las posibles soluciones

  1. Incremento de presupuesto de seguridad y defensa

Para combatir el crimen de manera efectiva, es necesario aumentar el gasto público en seguridad y defensa, dejando atrás las políticas de austeridad que priorizan el pago de la deuda. Sin un mayor financiamiento, las instituciones como el Ministerio del Interior no podrán fortalecerse ni equiparse adecuadamente para enfrentar el narcotráfico y el crimen organizado, que son las principales fuentes de violencia en el país. Esto requiere también un aumento en los ingresos del Estado, especialmente a través de una mayor recaudación de impuestos.

  1. Endurecimiento drástico de las penas por narcotráfico y crimen organizado
    Endurecer las penas para delitos de narcotráfico y crimen organizado puede ser una solución efectiva, pero no tendrá impacto si la corrupción dentro de las instituciones de justicia no es eliminada. Sin un sistema judicial limpio y eficiente, las leyes más estrictas no tendrán efectos, ya que los criminales seguirán encontrando formas de evadir la justicia. Por lo tanto, es esencial que las medidas para endurecer las penas vayan de la mano con un esfuerzo decidido para erradicar la corrupción en el sistema judicial.
  2. Desarticulación de las redes de corrupción dentro de las instituciones públicas
    Combatir la corrupción dentro de las instituciones públicas es crucial para enfrentar el crimen organizado. Esto podría implicar el cambio total de autoridades, la implementación de medidas de transparencia y la aplicación de sanciones severas para los funcionarios implicados en actividades ilícitas. En un país donde la corrupción facilita el narcotráfico y otros delitos, limpiar las instituciones es esencial para restaurar la confianza pública y fortalecer el estado de derecho. Solo a través de instituciones libres de corrupción se podrá consolidar un entorno de seguridad que frene el avance del crimen organizado.

Figura 1

Fuente: Informe global DEA 2023

Figura 2

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