Pasión y entrega por el servicio ciudadano, durante 39 años, caracterizan a Andrés Pachano, Secretario General del Gobierno Provincial de Tungurahua. Él todavía recuerda el momento cuando Fernando Naranjo se posesionó en la Prefectura y con gentileza le pidió mantenerse en el cargo.
Fue así como se convirtió en uno de los colaboradores más cercanos, además de fiel testigo del cambio y evolución de Tungurahua.
“He tenido el honor de trabajar con el Prefecto 18 años y ha sido un aprendizaje permanente. Es un gran ser humano. Algo que caracteriza a Naranjo es su transparencia, puesto que demuestra confianza absoluta al equipo de trabajo. Fernando labora con las puertas abiertas de su oficina, asimismo no hay que anticipar la visita de alguien, siempre está dispuesto al diálogo y a las sugerencias”.
La ruptura de paradigmas anteriores a los que estaba acostumbrado a laborar, cambió significativamente con la llegada del actual Prefecto; también menciona que la visión amplia de desarrollo es clave para enfrentar los problemas sociales, además de resaltar la cercanía con la comunidad.
Con actitud amigable desarrolla la historia que marcaría el paso de Fernando Naranjo por este órgano colegiado. Relata que en el año 2000 cuando se posesionaron las nuevas autoridades asumieron las responsabilidades bajo el amparo de la antigua Ley de Régimen Provincial que establecía una conformación distinta del consejo a la que existe actualmente; en esa época quienes integraban la institución se los llamaba “consejeros provinciales”, que eran designados mediante elecciones populares.
Este equipo era eminentemente político, argumenta Pachano, pues estas personas eran elegidas de una lista de partidos políticos, de esta manera se creaban varios problemas a la hora de tomar decisiones dentro de este establecimiento.
Pachano explica que la capacidad de gestión de este gran funcionario y su actitud ante cada escenario, hacia que se mantenga la convivencia dentro del consejo.
En el 2008, con la vigencia de la nueva Constitución que se instauraba en el Ecuador, se cambió radicalmente la organización de los gobiernos seccionales; tal es el caso que Naranjo realizó varias observaciones y gracias a su aporte sobre la organización territorial y administrativa del país, fueron revisadas y restauradas; ahora están contempladas en la Ley.
La experiencia del Nuevo Modelo de Gestión del Prefecto fue la base para que los legisladores constituyentes de Montecristi organizaran de distinta manera el COOTAD y el nuevo rol de los nuevos Gobiernos Provinciales.
En esta conformación distinta de la institución, los consejeros son los alcaldes de cada cantón, también se suman los presidentes de las juntas parroquiales rurales. Esta medida es beneficiosa, indica Pachano, pues es clave para enrumbar el desarrollo provincial.
Siente un gran alivio recalcar que no trabajan aliados a un partido político, ya que servir a la comunidad es su prioridad.
Tras conocer que Naranjo ya se retiraría del cargo, dice que su labor también finaliza este año dentro de la institución y comparte su decisión: “Me retiraré días antes que termine la función el Prefecto y me acogeré a la jubilación. Considero a Fernando Naranjo como un socialista a su manera y un hombre comprometido con las verdaderas causas comunitarias”.