En Tungurahua ocurrió un fenómeno político pocas veces visto, incluso en el resto del Ecuador. En el año 2000, cuando Fernando Naranjo triunfó como prefecto provincial lo hizo de la mano de una coalición denominada Frente Cívico, un grupo de activistas que sumaron fuerzas para postular al binomio Fernando Callejas para la Alcaldía ambateña y Fernando Naranjo para la Prefectura. Tan pronto triunfaron los dos, el Frente Cívico se disolvió.
Algunos detalles de este fenómeno fueron narrados por el empresario privado y agricultor, Ernesto Albornoz, quien sea dicho de paso conoce desde la niñez a Fernando Naranjo. Lo conoció en el colegio Mera y luego fue un Ingeniero Politécnico brillante.
Eran varios actores, empresarios, obreros, políticos e idealistas empujaron estas candidaturas. La gente votó mayoritariamente por ellos, «no nos equivocamos yo fui parte de ese frente. Trabajé por personas con un alto sentido de servicio social. Las acciones están consolidadas».
En el tema, vial, riego, mantenimiento de páramos, embalses, son obras que demuestran que hubo y hay una visión macro en función del beneficio de toda la población. Esto se logra a través de una planificación adecuada que consiste en que los recursos estatales entregados por asignaciones presupuestarias a la prefectura, esos recursos fueron distribuidos por el prefecto para llegar a los sectores más marginados, tema de adultos sociales, cultura, áreas diversas que de otro modo no hubieran sido atendidas.
Hizo una buena gerencia pública. Para potencializar a nuestra gente en diversos campos. Hubo un trabajo impresionante y los recursos han sido destinados a los sectores marginados por estrategias en el Nuevo Modelo de Gestión. A través de capacitación de personal y asesoramiento técnico. Es un trabajo digno que la gente conozca en el país es así que Ernesto lo denomina «Fernando el Presidenciable»