LAS CIFRAS DE AMBATO EN PANDEMIA

Ec. Mg. Diego Proaño PhD (c)
ANALISTA ECONÓMICO – CONSULTOR EMPRESARIAL
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Habiendo culminado el estado de excepción y apertura parcial de actividades en todo el país por efecto de la pandemia COVID 19, la cuantificación económica de las pérdidas durante ese tiempo es gigante. Para el caso de Ambato y Tungurahua las cifras son muy preocupantes. Entre el 16 de marzo (inicio del estado de excepción) y agosto, según el Ministerio de Trabajo hubo 9.905 desvinculaciones y 3.286 nuevos contratos, lo que significa que en Ambato entre despedidos formalmente y contratados, 6619 personas se quedaron desempleados. La caída en ventas fue estrepitosa, porque de acuerdo a información oficial del Servicio de Rentas Internas SRI, entre enero y junio 2019, en Ambato se facturo 3.142 millones de dólares, empeoro en el mismo periodo 2020, apenas esta llegó a 1.452 millones de dólares, es decir se redujo las ventas 1.690 millones de dólares, lo que significa unos 600 millones de USD en pérdidas para todos los sectores productivos de nuestra bicentenaria ciudad.

Si hacemos un comparativo de caída de ventas por ciudades, Ambato tiene porcentualmente la más drástica nominalmente hablando, porque Quito bajó 30.9%, Guayaquil 26,1%, Cuenca 39%, Machala 28%, Manta 36%, Santo Domingo 27% y nuestra ciudad supera el 40%, en donde las actividades de agricultura, ganadería, pesca y silvicultura se redujeron en 53,9%, alojamiento y servicio de comidas 51,8%, transporte y almacenamiento 51,7%, actividades profesionales 47,5%, manufactura 46,3%, administración publica 42,6% y comercio 36,7% entre las mas significativas.

 La producción de Ambato en 2019, llegó a 2.523 millones de dólares, que representa el 79% de los 3.180 millones del PIB de toda la provincia de Tungurahua, es decir que por cada dólar que se produce o se mueve en la provincia, 80 centavos fueron generados en Ambato. Si cuantificamos el peso de Ambato en la región central conformada por Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Bolívar y Pastaza, de su 2,4% de aporte al PIB nacional, este representa el 35% del PIB regional que llega al 6,7% nacional.

 En cuanto se refiere a la cadena alimenticia el peso de Ambato es muy fuerte, porque abastece a todo el país y hasta Galápagos con productos, por ello representa el 40% de la soberanía alimentaria de todo el Ecuador. Tan importante es su producción y comercio agrícola e industrial posee el mercado mayorista mas grande del país, por ello es que al inicio de la cuarentena en marzo y abril y cierre de este centro de abastecimiento, a las 2 semanas se comenzó a sentir desabastecimiento en la costa ecuatoriana especialmente en la ciudad mas poblada del país (Guayaquil), por ello el mismísimo vicepresidente de la Republica de entonces (Otto Sonnenholzner) y algunos ministros de Estado, debieron trasladarse a Ambato a dar su contingente de ayuda y hasta a presionar con tal que se reabra el Mercado Mayorista y no siga rota la cadena alimenticia.

Ante este escenario, cuarentena y toques de queda, la recuperación de la economía local se pone cuesta arriba, se prevé que hasta fin de año se perderían unos 15.000 empleos y eso significa problemas económicos para hogares. De todo esto es importante resaltar que el espíritu del ambateño siempre ha sido de emprendedor, luchador, visionario y empresario, por ello desde los antepasados se ha podido sortear terremotos, erupciones volcánicas, desatenciones gubernamentales, sequias, inundaciones, entre las dificultades mas sentidas y el denominador común siempre ha sido y será el de levantarse y seguir con mayor fortaleza con la mirada al frente, esta vez no será diferente.

Teniendo una estructura sostenida por la economía popular y solidaria en un 92%, es fundamental que la política pública a todo nivel gobierno central, provincial, cantonal y parroquial, se direccione en apoyar a este segmento para qué, desde territorio se dé inicio a la recuperación de la economía local, de los pequeños negocios del barrio, las tiendas, panaderías, almacenes, farmacias, ferreterías, mercados, micro mercados, fruterías, cafeterías, restaurantes, etc y tengan las condiciones adecuadas en creación y mantenimiento de negocios, con una menor carga tributaria y fiscal, bajas tasas de interés, facilidad de creación de actividades productivas y todo lo que los municipios y gobiernos parroquiales, puedan ayudar con ordenanzas para que se mantengan las actividades productivas y poco a poco aparezcan nuevas oportunidades de negocios.

 Por ultimo el consumidor de Ambato, también debe poner su parte fundamental, esta se refiere a dar prioridad al consumo de bienes y servicios locales, a contratación de mano de obra y materia prima hecha aquí, de esta manera se asegura empleos, producción e inversión de dinero local y que se quedara en la misma ciudad, de paso esta dinámica podría servir hasta para fortalecer a la mismísima dolarización. En estos momentos que bien nos cae ese nacionalismo del Thinking Globally, pensemos globalmente, pero actuemos localmente, en nuestras manos esta gran parte de l solución