Es el momento en el que los consumidores se fijan con atención en cuanto hay de promesas y cuánto hay de hechos reales. Es la oportunidad para que las empresas sean realmente fieles a sus principios y a los valores que declaran, pero también como actúan y qué hacen.
Muchas compañías anuncian diferentes medidas vinculadas a esta situación.
Algunas que tienen la capacidad para hacerlo (no todos los sectores pueden) cambian su producción para ajustarse a la necesidad de la comunidad en tiempos de pandemia. Fabrican antibacteriales, máscaras, y otros artículos sanitarios.
El gigante de lujo LVMH fue uno de los primeros en cambiar su producción. Paralizó el proceso de elaboración de perfumes en Francia por el gel hidroalcohólico para el sistema público de salud francés.
El proceso de cambio fue muy rápido, según fuentes de salud parisinas que recoge la prensa gala. LVHM les ofreció la producción el sábado por la noche y al día siguiente a primera hora de la tarde ya se había concretado el proceso.
No es la única. En España, Pernord Ricard, el gigante de las bebidas, ha ofrecido ocupar sus fábricas en Manzanares, ciudad Real, para fabricar también gel: unos 50.000 litros diarios.
La industria cosmética también se está “mutando”. Cantabria Labs, la compañía que está detrás de varias cremas cosméticas, produce soluciones hidroalcohólicas en una de sus plantas y también se ha puesto al servicio del Ministerio de Salud. En su primer día sacaron 12.500 unidades de 100 mililitros de esta sustancia.
En general, según explicaban en Stanpa, la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética trabaja para responder a la alta demanda de estos productos.
MASCARILLAS O TEXTILES
En otros sectores también se han operado cambios. Inditex anunciaba hasta hace unos días que ponía “a disposición del gobierno toda su capacidad logística, de aprovisionamiento y de gestión comercial”. Con ello ofrecen su cadena logística para traer material desde China.
También se ha comprometido a una donación semanal de material sanitario (como mascarillas), compradas directamente y abrió la puerta para cambiar la producción de sus fábricas para
producir esos materiales. Incluso, analizan cómo podrían fabricar las batas protectoras que necesitan los profesionales sanitarios.
No sólo los gigantes ofrecen, algunas Pymes hacen igual compromiso en sectores que pueden resultar útiles como los textiles.
De agencia de publicidad a fábrica de mascarillas
Algunas empresas y agencias de publicidad como ARPro, Tenerife y Publi Ruiz se dedican a las mascarillas solidarias para hospitales y centros de urgencias. Procederán igual con centros de salud, agentes de seguridad y todos quienes necesiten.
En España Hersill. Situada en Mósteles es una Pyme Madrileña que se ha convertido en uno de los principales proveedores del Sistema Nacional de Salud.
Desde comenzó la crisis trabajan a contrarreloj y a destajo para dar soluciones, pero también es cierto que su estructura tiene limitaciones. Por todo ello, otras empresas y grandes marcas están cambiando para responder a la demanda.
El fabricante de coches SEAT ya hace pruebas de material sanitario en la fábrica en Martorell, sin actividad desde el lunes. A esta causa también se han sumado ingenieros con el objetivo de fabricar respiradores a bajo costo con impresoras 3D.
Mediante mensajes de Twitter, Elon Musk anunció que la propia Tesla, podría fabricar respiradores artificiales si fuera necesario. Propuesta que despertó inmediatamente el interés del alcalde de Nueva York, quien aceptó el ofrecimiento.
Airbus Navantia está trabajando en más respiradores que son de vital importancia para el tratamiento de los enfermos de la UCIS. En otros países como Reino Unido, Roll Royce y Jaguar hacen igual.
SERVICIOS AÑADIDOS
A estas compañías hay que sumar aquellas que no están cambiando su producción (porque no podrían ofrecer nada de este tipo), pero sí otros servicios y materiales como guantes y mascarillas que tienen en stock y que usan en su trabajo con documentos.
Los taxistas ofrecen movilización, hoteles se vuelven zonas de tratamiento de pacientes. En muchas zonas de España dan comida gratis al personal de la salud. Las empresas de telecomunicaciones ofrecen teleconferencias para cubrir las necesidades de la comunidad